Este día es uno de los mejores del año cuando se es mamá, pues el cumpleaños de una hija es poder volver la vista atrás y ver todo lo que creció, todas las metas a las que llegó, miles de historias, de aprendizajes y de alegrías.
Estoy feliz por ti, mi niña, te lo digo de todo corazón, me encanta verte haciendo aquello que amas, sin dejar de lado tu actitud emprendedora y luchadora. ¡Muchas felicidades!
Hija, tu más que nadie sabe que no soy de esas personas que expresa los sentimientos con facilidad, pero por ti soy capaz de cualquier cosa, incluso de escribirte esta carta.
Es imposible no recordar que hace muchos años te tuve pequeñita en mis brazos, eras tan pequeñita, e incluso desde ese día la ternura en tu carita era algo deslumbrante.
Poco a poco fuiste creciendo, siendo más independiente cada día, y por mucho que te tratara de tener junto a mí, aprendiste a seguir tus sueños y comenzaste a emprender tu propio camino. ¡Hoy te veo cumplir muchos de ellos, y espero estar siempre cerquita, para celebrarlos como nadie!
Cuando naciste no sabía todo lo que suponía tener una hija, pero rápidamente me di cuenta, y tú me enseñabas lo que significaba, cada día. Con tu mirada y tus gestos, con el paso del tiempo, y con la alegría que desprendías no tarde en darme cuenta de que eras lo más maravilloso de mi vida.
Me has enseñado mucho desde que llegaste al mundo, mucho más de lo que yo te haya podido enseñar. Aunque seas mi hija más mayor, eres y siempre serás mi pequeña.
Hoy estás cumpliendo años y me emociono de mirarte tan crecida, tan valiente y tan buena persona. Siempre tienes una sonrisa y no sé como lo haces, pero consigues alegrarme hasta en el peor día. Quiero que sepas que te admiro profundamente. ¡Feliz cumpleaños, hija mía!
Los 15 años son una edad de lo más maravillosa, tienen incertidumbre, pero también alguna que otra certeza, tienen cambios, pero también son un momento en el que muchas cosas se asientan.
Puede haber instantes de frustración, pero también las mayores alegrías y aprendizajes de la vida, y en esos altibajos, o en todas esas vivencias, yo estaré contigo, querida hija, dando lo mejor de mi. ¡Feliz cumpleaños!
El mundo entero se llena de emoción cuando llega este día tan especial. ¡Feliz cumpleaños, hija! Hemos pasado los mejores cuatro años de nuestras vidas contigo.
Sentimos tanto amor por ti que solo deseamos que seas muy feliz, y que te diviertas como nunca antes en esta fiesta de cumpleaños. ¡Te amamos!
No recuerdo en que momento te hiciste tan mayor, hija, pero me alegra que haya sido así, pues te convertiste en mi compañera de aventuras.
Desde pequeña fuiste tan responsable, que parecías muy madura para tu edad. Le pido al universo que tu vida sea muy feliz, y que recuerdes que en los momentos difíciles, siempre puedes contar conmigo. ¡Feliz cumpleaños, querida!
Me da tristeza que estemos lejos, pero hoy es lo de menos, porque debes disfrutar, reír y pensar solo en lo emocionante de un día como hoy. ¡Feliz cumpleaños, hija!
Tienes una forma de hacer que el mundo sea mucho más bonito, hija. Creo que ya te lo había comentado, pero cada día me doy cuenta de lo afortunado que soy por el simple hecho de tenerte.
Admiro mucho tu valentía al emprender nuevos retos, tu corazón bondadoso y el hecho de que siempre estés disponible para ayudar al que más lo necesita.
Hija, ¡ya llegaste a los 3 años! Hoy el sol brilla, de la misma forma que brillaba el día que naciste, debía ser porque estaba contento con tu llegada. Hoy recibirás muchos abrazos, besos y cariño de todos los que te queremos, ¡feliz cumpleaños!