Te quería junto a mi, pero marchaste para siempre, y lo único que puedo hacer ahora es asumir que ya no volverás. Te mando un abrazo al cielo, y te digo, ¡feliz cumpleaños!
A veces sueño que regresas y vuelves para estar conmigo, después despierto y sé que es imposible, sea como sea hoy quiero decirte… ¡feliz cumpleaños, papá!
Sé que todo lo que me has dejado, es bueno, tus valores, tu temperamento amigable, y la alegría por vivir que tenías. Gracias por todo papá, y ¡muchas felicidades!