Hija mía, esta carta es para ti, por este hermoso día que recuerdo con tanto amor, ¡por tu cumpleaños! Es la fecha más importante de mi vida, porque es el día en que naciste, saliste de mi vientre, y cuando te mantuve en mis brazos por primera vez, hiciste que me sintiera la mujer más afortunada del mundo.
Espero que este año sea para ti muy enriquecedor, que sigas aprendiendo de lo que la vida tiene para ti, y que sigas sabiendo que tienes a tu mama que te ama incondicionalmente. ¡Muchas felicidades!
¡Feliz cumpleaños, hija! Este día naciste, y en este día sentí las emociones más hermosas y más maravillosas de mi vida. Desde entonces me has dado los mejores momentos, las mejores vivencias, y la mayor de las felicidades.
Aún hoy puedo revivir todo lo que se me pasó por la cabeza, toda la alegría que sentí al abrazarte por primera vez y al recibirte en mi vida. Hoy te deseo otro año de ilusión, de caminar alegre, de aprender y de recibir mucho amor.
Sé que para cada padre su hija es la más hermosa, ¡Pero la mía es perfecta! ¡Hermosa, divertida, inteligente y cariñosa! ¡Te amo, hija! Quiero celebrar este cuarto cumpleaños y que te sientas como una princesa en un cuento de hadas.
¡Feliz cumpleaños! Que Dios siempre te bendiga con salud que es lo más importante, y del resto nos encargaremos nosotros.
¡Feliz cumpleaños, mi niña! No puedo imaginarme una mejor hija que tú, eres responsable, bondadosa, cuidadosa y muy inteligente, y sé que podrás lograr cualquier objetivo que te propongas en esta vida.
Te deseo lo más bueno y hermoso de este mundo, que tengas un año de mucha felicidad, de grandes amigos que te acompañen en el camino, de experiencias que te llenen el corazón, ¡y espero también que pasemos mucho tiempo juntas! No olvides nunca a tu mamá, pues debes saber que estoy aquí para hacer que tu vida sea un poquito mejor.
Desde que te vi supe que te amaría con todas mis fuerzas ¡Feliz cumpleaños, hija! Hace dos años llegaste y te convertiste en el arcoíris de nuestro hogar. Eres una niña carismática, inteligente y cariñosa. ¡Espero siempre seas así!
Deseo que soples las velitas con mucha fuerza, y todos tus deseos se hagan realidad. ¡Te quiero inmenso!
¡Feliz cumpleaños, hija mía! Aquí esta tu mamá escribiéndote esta carta un año más, en la que seguro diré cosas que se repitan porque la realidad es que te amo y siempre te amaré, y eso es algo que siempre te diré.
Siempre que se aproxima esta fecha me siento más sensible, con los sentimientos más intensos, y es que no puedo evitar emocionarme al mirarte. Eres mi inspiración y no imaginas cuanta fuerza me transmites, tanta que solo con una mirada o una sonrisa consigues alegrarme los días más tristes.
Gracias porque a pesar de que eres chiquita eres una niña muy comprensiva, siempre atenta y despierta, creciendo y desarrollando tu inteligencia. Hoy vamos a festejar este día mágico, y tendrás muchas sorpresas. ¡Te amo!
Hija, hoy cumples 6 años y haré lo posible para que pases un día maravilloso, lleno de alegría y de sorpresas. Eres lo más hermoso del mundo, y es increíble lo rápido que aprendes, ¡cada año me sorprendes más! Sé que irás alcanzando todos tus sueños y yo siempre estaré contigo para que sea más fácil. ¡Feliz cumpleaños!
¡Feliz cumpleaños, hija mía! Estamos celebrando por cada pasito que has dado en estos últimos 15 años. Desde que te tuve en brazos por primera vez hasta ahora, que ya casi eres una mujer.
Todos tus logros me hacen sentir un gran orgullo, pero debes saber que los errores también forman parte del camino, y que siempre estaré ahí para apoyarte cuando eso ocurra.
Entre la familia y los amigos te hemos preparado una fiesta de quinceañera con la mejor de las intenciones, con todo nuestro amor y alegría, y estamos deseando que te sientas la protagonista de todo esto y que la pases mejor que bien. ¡Te adoro!
¡Feliz cumpleaños, hija mía! Son muchas las cosas que querría decirte hoy, tantas que no cabrían ni en mil cartas. Eres mi sol, la luz que todo lo alumbra, la alegría de mi vida, las respuestas a todos mis porqués, ¡no puedes imaginar cuanto te adoro!
Hoy haremos de este día el mejor de todos, será especial, mágico y no habrá otro igual. Estoy deseando ver tu linda cara cuando recibas todas las sorpresas que tengo para ti. ¡Te amo!
Hija mía, hoy te veo cumplir los 25 años, un cuarto de siglo de vida, y hace mucho tiempo ya desde que te llevé en mi pancita. Cuando naciste revolucionaste mi vida, y nació en mí un amor incondicional por ti, que se que nunca se acabará. No sé si puedes imaginar la alegría que sentí, pero fue la más grande de mi vida, y es exactamente la misma que siento ahora.
Quiero que sepas que me enorgullezco de cada una de las cosas que haces. Te acompañaré siempre en tus decisiones y estaré a tu lado por si necesitas consejo. Sigue luchando porque tus sueños se hagan realidad, y no olvides que tienes muchas fortalezas que hacen de ti una persona muy especial. ¡Feliz cumpleaños!
¡Felicidades, princesa! ¡Verte cumplir años nos llena de emoción! Que no hayas salido de mi vientre no quiere decir que no te ame como a una hija. Siempre velaré para que todos tus deseos se hagan realidad. ¡Feliz cumpleaños, hijastra!
Mi niña bonita, ¡Feliz cumpleaños! Cada ocurrencia tuya me hace reír como nunca antes ¡Y apenas tienes cuatro añitos! ¡Te has convertido en mi razón de ser y de sonreír, hija!
Decirte que te adoro no sería suficiente para explicarte lo que siento, anhelo verte crecer con mucha salud, y seguir contándote cuentos por las noches hasta que te duermas. Nunca olvides lo mucho que te quiero, y que siempre cuidaré de ti, ¡Incluso cuando seas más grande!
Cierra los ojitos y pide muchísimas cosas buenas, pues para angelitos como tu Dios solo tiene bendiciones.
El regalo más lindo que me hizo la vida eres tú, mi querida hija, y hoy celebro por ello, porque es tu cumpleaños y es siempre el día más especial del año. Todo cambió para mi cuando naciste, y contigo llego a mi vida mucho más amor. Gracias por tanto, mi niña, hagas lo que hagas, eres un orgullo para mi.
Que hoy sea un día mágico, que hoy te sientas afortunada por todo lo que lograste con tu esfuerzo, que disfrutes de todos los minutos y los segundos, que compartas tu alegría y que disfrutes como cuando eras una niña. Te quiero hasta mucho más allá del infinito, ¡muchas felicidades, hija mía!