A lo largo de la vida vamos aprendiendo muchas cosas distintas, unas buenas y otras no tanto. Yo aprendí que por mucho que lo deseemos, difícilmente lograremos tener a todas las personas que amamos cerca de nosotros. Y desearía mucho que estuvieras más cerca de mí, mi hermano, pero desafortunadamente no podemos hacer mucho por cambiar esto.
Entonces, sólo me queda felicitarte por tu cumpleaños, esperando que puedas sentir mi amor, mi nostalgia y todas las cosas buenas que deseo para tu vida.
¡Felicidades, hermanito! Desde lejos, pero con mucho cariño, te envío estas palabras que espero toquen tu corazón. ¡Te amo mucho!
Mi amada nietita, solo hoy te tornas oficialmente una mujer, pero hace mucho tiempo que has mostrado el boceto de esa persona adulta que tanto orgullo nos da. ¡Feliz cumpleaños!
Eres un sueño de jovencita, de nieta, de hija y sé que serás una mujer muy especial y fuerte. Ha sido un privilegio poder verte crecer y evolucionar, y apenas deseo que continúes tu camino hacia la felicidad. ¡Te quiero mucho, nietita! ¡Sé siempre feliz!
¡Feliz cumpleaños, madre! Es con mucho entusiasmo que hoy celebro otro año de tu vida y te deseo un día iluminado por grandes alegrías y mucho amor.
Eres mi gran ejemplo de vida, ya que, mujer y madre más guerrera que tú no existe. Eres realmente una persona muy especial y maravillosa, y siento que es un gran privilegio tenerte como madre.
Que Dios te conceda muchos años de vida, y que te mantengas siempre así, fuerte y determinada, una guerrera que no teme una lucha, y que nunca se deja vencer.
Siento gran orgullo de ti, mi madre, y quiero mucho tu felicidad eterna, y que también te enorgullezcas de mí. ¡Yo te amo mama!
Hermana, que Dios te bendiga en este día de cumpleaños, y que siga protegiendo tu camino, guiando tus pasos y dándote todo su amor. Espero que hoy sientas el calor de la familia, el orgullo que todos sentimos por ti, y la admiración. ¡Muchas felicidades!