¡Feliz cumpleaños, hija! Hoy recibes con alegría tus 25 años, y yo los recibo contigo de la misma manera. Hace un tiempo que dejaste de ser una niña, y te convertiste en una mujer adulta, muy responsable y trabajadora, a quien yo admiro con todas mis fuerzas.
Quiero desearte muchas cosas para este año, pero las más importantes son que sigas haciendo aquello que amas y que llena de felicidad tu corazón, que continúes recibiendo el cariño de todos tus amigos, ¡y que hoy celebres como la ocasión lo merece!
¡Feliz cumpleaños, hija! Hoy, que estamos lejos, es un día para echarte más de menos, pero también para desearte lo mejor, para pensar en ti y en que tengas una vida feliz.
No recuerdo en que momento te hiciste tan mayor, hija, pero me alegra que haya sido así, pues te convertiste en mi compañera de aventuras.
Desde pequeña fuiste tan responsable, que parecías muy madura para tu edad. Le pido al universo que tu vida sea muy feliz, y que recuerdes que en los momentos difíciles, siempre puedes contar conmigo. ¡Feliz cumpleaños, querida!
Por siempre serás mi tesoro más grande, hija, incluso cuando pienses que es momento de independizarte, yo siempre estaré presente par ser tu apoyo y tu fan número uno.
Tienes todo lo que es necesario para ser una gran mujer, y hoy quiero aprovechar la oportunidad para agradecerte la ayuda que siempre me diste con tus hermanos menores. ¡Te quiero mucho, y recuerda que te mereces lo mejor! ¡Feliz cumpleaños!
Hoy tengo unas palabras para compartir, porque estoy muy feliz, festejando por el cumpleaños más importante de todos, ¡el de mi querida hija!
Eres sinónimo de vida, de luz, de esperanza y de alegría, tu llegada fue mágica así como lo fueron todos los días desde que naciste, desde que te tuve por primera vez en mis brazos.
Hija mía, hace unos años que dejaste de ser una niña, fuiste demostrando gran valentía, también que eras independiente, y que podías valerte por ti misma.
Hoy cumples un año más, y admiro todo lo que haces, la persona que eres, aquello en lo que te has convertido.
Eres un orgullo de hija, te lo digo y te lo repito, que llegarás donde quieras pues lo tienes todo, y yo siempre estaré a tu lado, para darte mi mano.
¡Feliz cumpleaños, hija mía! No existen las palabras exactas para describir todo lo que siento hoy, el día más importante de mi vida. El momento en que te traje al mundo y te miré por primera vez sabiendo ya, que te amaría y que cuidaría de ti hasta el final de mis días.
Verte cumplir años, estar junto a ti en esta ocasión es un regalo y una gran bendición del Señor. Eres lo más hermoso y le das sentido a todo.
Hija mía, cumples 25 años y hay muy pocas cosas que no te haya dicho ya que te pueda decir hoy. Sabes cuanto valoro todo lo que haces, que apoyo cada uno de tus pasos en la vida, y que para mi eres perfecta.
Quiero enviarte todo mi amor y mi fuerza para que sigas siendo tal y como eres, que no cambies ni un poquito. ¡Feliz cumpleaños!
Hijita de mi alma, cómo no amarte si eres una dulzura que esparce amor y cariño por el aire. Sin tan siquiera notarlo, desde el primer momento que vi tu bella carita mi corazón se derritió y juré protegerte y amarte todos los días de mi vida.
¡Feliz cumpleaños, princesita! Hoy con un año más de edad me doy cuenta de que verte crecer me nutre el alma, y me hace sentir un nivel de orgullo inquebrantable. Te amo hija y te deseo un sin fin de cosas maravillosas para que siempre estés tan feliz como hoy.