Muchas veces no nos damos cuenta de que hasta el más insignificante detalle es una gran bendición de Dios para ti. ¡Felicidades, sobrina! ¡Que sean muchos más!
Hoy me recordé de las muchas veces que me apoyaste, y solo quiero agradecerte y pedirle a Dios que te llegue mi mensaje. ¡Feliz cumpleaños, papá! ¡Cada día te extraño más!