Me duermo pensando en ti y me despierto y ya estás en todos mis pensamientos, y hoy lo primero que he recordado es que es tu cumpleaños.
Y por eso te dedico estas palabras, y te digo que tu belleza, no se puede comprar a nada que tu forma de hablar es la más hermosa que ya vi y también la más elocuente y la más sabia, y que sentir este amor por ti me hace sentirme más feliz.
¡Feliz cumpleaños, hijita! Mi suerte es infinita, pues, aunque quisiera, no podría calcularla. Mi suerte eres tú, mi querida hija, lo más hermoso y valioso de mi vida.
Vamos a hacer de hoy el mejor de los días, solo reiremos, bailaremos, tendrás regalos, jugarás con tus amigos, soplarás las velas, comeremos pastel… ¡hay mucho por hacer!
Espero que comiences el día recibiendo y leyendo mensajes que te lleguen al corazón, que de tu cara brote una sonrisa que no se apague hasta que vayas a descansar, y pienses en lo maravilloso que fue todo, en el amor de los tuyos, en el cariño que te tenemos y en cuanto te admiramos.
Eres una de las mayores alegrías que un día me dio la vida, no cambies nada de ti porque eres fabulosa. ¡Gracias por todo, amiga!
Los días que no te veo es como si me faltase algo, los días que estoy contigo vuelvo a casa radiante, feliz y con una gran sonrisa. Y es que no sé que tienes que vuelves a mi corazón loquito, debe ser tu alegría, o entonces tu forma de hablar, o tu belleza, o que eres una persona muy especial. Sea lo que sea, sé que lo que siento es de verdad.
Es muy lindo tenerte como amiga, las conversaciones infinitas las risas, ya sean de noche o sean de día, la complicidad, que no tiene límites y que nos hace entendernos sin que tengamos que decir ni una sola palabra. Todo es bueno, cuando estoy junto a ti.
¡Muchas felicidades, hija! Vamos a brindar por tu maravillosa vida, porque eres una mujer muy linda, por ser tan luchadora e incansable, por haber ganado mil batallas y alcanzado muchos de los sueños que tenías cuando eras niña. Sabes que puedes con todo aquello que te propongas.
Hoy tengo unas palabras para compartir, porque estoy muy feliz, festejando por el cumpleaños más importante de todos, ¡el de mi querida hija!
Eres sinónimo de vida, de luz, de esperanza y de alegría, tu llegada fue mágica así como lo fueron todos los días desde que naciste, desde que te tuve por primera vez en mis brazos.
Me levanto cada mañana y lo primero que hago es agradecerle a la vida, pues ella me regaló una novia bondadosa, que me enseña miles de cosas, con la que aprendo cada día y que me da mil alegrías. ¡Te amo, cariño! ¡Muchas felicidades!
Me gusta estar contigo, y siempre que nos despedimos me quedo con la sensación de que no fue suficiente, de que quiero tener más minutos para demostrarte cuanto me gustas y lo inmenso que es mi amor.
Que cumplas años hoy es hermoso y será divertido, y es que lo mejor de este año es que te he conocido.
Hoy será un día hermoso pues siempre que veo tu sonrisa siento que es el momento más especial y lindo de mi vida.
Espero que disfrutes de todos los minutos de hoy, que no cambies nada de lo que eres porque cada parte de ti te hace ser una persona única por la que siento algo tan inmenso que no lo puedo describir.
¡Feliz cumpleaños, hija! Ya eres una persona adulta, lo demuestras con cada paso que das, y no sabes el orgullo que yo siento de verte así, tan hermosa y tan feliz en el camino que decidiste elegir.
Espero que hoy sea para ti inolvidable, que soples las velas con el entusiasmo de cuando eras una niña, como, en verdad, haces cada año que pasa.
Yo estaré junto a ti para darte un gran abrazo y mucho cariño.
Yo no pensaba que un día me encontraría contigo, pero así fue, y cada vez que te miraba los latidos de mi corazón se precipitaban. Así, llego de repente, mi amor por ti, y a día de hoy, creo que no tiene fin, pues crece y crece, y yo me siento alegre.
Deseo hacerte feliz, hacerte sentir siempre como el primer día, ver a cada instante como tus ojos brillan, ese es mi objetivo de vida, y haré todo lo que este en mi mano para poder alcanzarlo.