¡Muchas felicidades, hija mía! Hoy te dedicaré unas palabras especiales, son de cariño, como lo hago cada día, pero hoy de una manera diferente, pues como muy bien sabes, ¡tenemos tu gran celebración!
Aquí está tu cumpleaños, ese momento que llevas días esperando con un tierno y gran entusiasmo, y lo que más quiero es que la pases bien, pues eres mi princesa, mi sol, lo más hermoso que hay en el planeta tierra.
¡Todo está listo para comenzar en este día de felicidad!
Tenerte cambió mi vida, iluminó cada uno de mis días. Abrazarte por primera vez, poder darte muchos mimos, cuidar de ti, protegerte. Todo lo que vino contigo fue amor, y mis mayores alegrías. Te adoro, hija mía. ¡Feliz cumpleaños!
¡Muchas felicidades, hija! Por otro cumpleaños más, por poder ver tu hermosa sonrisa y disfrutar de tu felicidad, por verte crecer con salud y con mucha integridad, por tu llegada al mundo que fue la mayor alegría de toda mi vida. Por eso y por mucho más, ¡hoy vamos a brindar!
Hoy será un día hermoso pues siempre que veo tu sonrisa siento que es el momento más especial y lindo de mi vida.
Espero que disfrutes de todos los minutos de hoy, que no cambies nada de lo que eres porque cada parte de ti te hace ser una persona única por la que siento algo tan inmenso que no lo puedo describir.
¡Feliz cumpleaños! Es linda la vida cuando tienes a alguien a quien amas de verdad, cuando esa persona es quien te alegra cada día y cuando sabes que tu corazón no te miente y que lo que sientes es muy real.
Hoy me siento realmente bien, alegre y feliz por este día tan especial, y no creas que esto acaba aquí ¡porque las sorpresas están por llegar!