Hija hermosa, unos años atrás llegaste a mi vida para llenarla de amor y risas. Te informo que a lo largo de este camino hemos intercambiado los papeles, pues a través de tus locuras me has enseñado que la mejor forma de vivir es dejando de lado lo negativo, y enfocándonos en disfrutar las cosas maravillosas que nos hacen felices.
No hay alegría más grande que celebrar junto a ti el cumpleaños más importante de mi agenda, pues, verte crecer me hace sentir una inmensa gratitud que me tiene el corazón desbordado de amor. ¡Feliz cumpleaños, hija de mi vida!
¡Feliz cumpleaños! Espero que recibas estas palabras y muchas otras de todas las personas que te aman, y que lo hagas con una sonrisa en la boca, porque eso querrá decir que te estamos transmitiendo nuestra alegría y que te estamos haciendo un poquito más feliz.
Disfruta mucho con los que tienen la suerte de estar cerca de ti, y pide tantos deseos como quieras, así tienes más oportunidades para que alguno se haga realidad. ¡Un abrazo lleno de cariño!
Igual pensabas que me iba a olvidar… ¡pero ya está aquí mi felicitación! Espero que hayas tenido un día fantástico y que aún disfrutes lo que te queda. Que hayas podido festejar como querías y que todo haya salido bien.
Te deseo un año de felicidad, de sorpresas agradables, de conseguir objetivos… ¡Feliz cumpleaños!
Con estas palabras te quiero transmitir mis deseos de un día hermoso, y de una celebración llena de diversión, con la compañía de amigos, amigas y familiares. Así como un año en el que continúes siendo tú mismo, pues eso es lo que te hará llegar muy lejos, porque vales muchísimo. ¡Feliz cumpleaños!
¡Feliz cumpleaños, hijo! Me gusta que llegue este día, porque me encanta celebrar y mucho más si es por tu vida. Te amo y desde que naciste no pude pensar en nada más que en ti, en cuanto te cuidaría y en que daría siempre lo mejor, espero que con el paso del tiempo puedas ir viéndolo.