Que este día llene tu corazón,
De alegría y satisfacción,
Así como llenas el mío,
De amor, felicidad y sueños.
Disfruta este día especial y todos
los días, disfruta siempre de la vida,
Conmigo a tu lado. ¡Te amo!
Eres la mejor novia y
Mi todo en la vida. ¡Felicidades!
Mi amada nietita, solo hoy te tornas oficialmente una mujer, pero hace mucho tiempo que has mostrado el boceto de esa persona adulta que tanto orgullo nos da. ¡Feliz cumpleaños!
Eres un sueño de jovencita, de nieta, de hija y sé que serás una mujer muy especial y fuerte. Ha sido un privilegio poder verte crecer y evolucionar, y apenas deseo que continúes tu camino hacia la felicidad. ¡Te quiero mucho, nietita! ¡Sé siempre feliz!
Hoy cumplimos 2 meses de novios, y me gustaría que festejásemos por nuestro hermoso comienzo. Desde el primer día fue mágico, y aún siento que estoy en una nube. Quiero que sepas que me pareces una persona maravillosa, y agradezco a la vida porque un día te fijaste en mí.
Los momentos en que estoy contigo son siempre los mejores del día, ¡y no quiero que terminen nunca! Por ello quiero brindar, ¡por muchos más meses a tu lado!
¡Feliz cumpleaños, madre! Es con mucho entusiasmo que hoy celebro otro año de tu vida y te deseo un día iluminado por grandes alegrías y mucho amor.
Eres mi gran ejemplo de vida, ya que, mujer y madre más guerrera que tú no existe. Eres realmente una persona muy especial y maravillosa, y siento que es un gran privilegio tenerte como madre.
Que Dios te conceda muchos años de vida, y que te mantengas siempre así, fuerte y determinada, una guerrera que no teme una lucha, y que nunca se deja vencer.
Siento gran orgullo de ti, mi madre, y quiero mucho tu felicidad eterna, y que también te enorgullezcas de mí. ¡Yo te amo mama!
Mi amada hija, hace veinte años que te sostuve por primera vez en mis brazos, pequeña e indefensa. Hoy te transformaste en una mujer linda y maravillosa. ¡Feliz cumpleaños mi retoño de amor eterno!
Es un orgullo y un privilegio ser tu madre, y a lo largo de estos veinte años haber acompañado tu crecimiento, tu evolución, tu brotar hacia el mundo. Pero, aunque ahora seas adulta, para mí serás siempre ese bebé que lloraba y reía en mi regazo.
¡Muchas felicidades hija mía! Que nunca falten los sueños en tu vida, que los realices y nunca pares de soñar y de luchar por ellos. Que las dificultades sean vencidas y que se transformen siempre en aprendizajes.
¡Te amo mucho, mi bella hija! Eres un ejemplo como hija y mujer. Nunca olvides que estaré aquí para ti siempre, para lo que necesites o sencillamente para estar.