Una gran lección que te quiero compartir

Hijo, has crecido tan pero tan rápido que parece que acabo de pestañear y ya no eres el bebe que tenía en mis brazos cuando naciste. Esta vida me ha dado una gran lección que te quiero compartir, y es que disfrutes al máximo cada pequeño momento que vivas porque la vida es demasiado corta y pasa más rápido de lo que imaginamos.

Así que, sin más palabreo, te deseo un cumpleaños especial y fascinante, hijo amado.