Hoy te miro y me enorgullezco de la mujer que eres

Hija mía, ¿Cómo iba imaginar que el tiempo pasaría tan rápido? ¡Feliz cumpleaños! Hace poco tiempo te tenía en mis brazos, y ellos eran el tamaño perfecto para ti. Pasaba tanto tiempo mirándote y asombrándome al pensar que algo tan maravillosa hubiese venido de nosotros.

Hoy te miro y me enorgullezco de la mujer que eres. ¡Atenta, dedicada, dulce y responsable! ¡Siento que hice un buen trabajo! ¡Te adoro, hija! ¡Siempre vas a ser mi niña chiquita!

Deseo que Dios te bendiga por siempre y que tu día sea tan bonito como te mereces. ¡Yo estaré aquí para verte soplar todas las velitas!