Dediqué mi mañana a agradecerle a Dios

¡Feliz cumpleaños, hijo mío! Cada día me despierto deseándote muchas cosas buenas, pero hoy en este día tan significante dediqué mi mañana para agradecerle a Dios por regalarte un año más de vida, con mucha salud y tranquilidad. 

Eres la persona más inteligente que conozco y sé que lo que te propongas en esta nueva etapa, lo harás realidad, pues una de tus características es que nunca te rindes y con esfuerzo, enfoque y fuerza de voluntad siempre llegas a todas tus metas. 

¡Te amo y me enorgullezco de tenerte como hijo!