Cuando naciste te convertiste en lo más importante para mi

¡Felices 20 años, hija! Cuando naciste te convertiste en lo más importante para mi, desde entonces te he cuidado y te he protegido, te he enseñado todo lo que sabía y te he dado todo lo que tenía.

Tú siempre has sido una buena niña, siempre me lo has agradecido todo y me has enseñado mucho más de lo que te piensas. Sigue siendo tan auténtica, tan bondadosa y alegre, que lo más importante en esta vida es que seas feliz.