Te envío estas palabras porque estoy lejos

¡Muchas felicidades, abuelita! Te envío estas palabras porque estoy lejos y no te las podré decir en persona. Gracias por ser para mi una madre, por todo el amor que me has dado desde que nací y por todos los esfuerzos que has puesto en que las cosas me fueran bien y que pudiera tener lo que quería.

Eres una mujer de gran corazón y creo que eso es lo que te da la fortaleza para vivir tantos años, ¡y muchos más que te quedan! Quiero que sepas que te querré eternamente, abuela.