No hay amor más grande

No hay amor más grande que el de una persona que te ha observado crecer desde que diste tu primer respiro, tu primera sonrisa, tus primeras palabras y tus primeros pasos.

Recuerdo cada momento de tu infancia como si lo estuviese viviendo hoy, pero lo cierto es que te has convertido en un hombre de 21 años que me enorgullece a toda hora y ahora que lo pienso, cómo no sentir orgullo de ti, si eres la luz de mis ojos, hijito. ¡Feliz cumpleaños mi vida! ¡Que Dios siga guiando tu camino todos los días!