No es cuestión de sangre

¡Feliz cumpleaños, hijo! No estuvimos ahí para verte nacer, pero desde que te vimos nos enamoramos perdidamente de ti. ¡No es cuestión de sangre, es cuestión de amor! Y nosotros tenemos mucho amor para darte.

Deseamos que seas infinitamente feliz, y que cuentes con nosotros para ayudarte a hacer tus sueños realidad. ¡Te amamos!