Nadie lo celebra como yo

Una de las razones por las cuales me encanta celebrar este día es porque nadie lo celebra como yo. ¡Feliz cumpleaños mi mismo! No hay nada más bonito que saber nuestro verdadero valor, y yo cada vez me doy cuenta de la buena persona que soy. ¡Y no, no es falta de humildad! Es saber celebrar cada acierto y aún más cada error.