Mi hijo extraordinario

¡Feliz cumpleaños a mi hijo extraordinario! Cuando estuviste en la barriga me debatía entre si serías futbolista o boxeador, ¡Te gustaba dar muchas pataditas! Ahora que te veo tan grande solo espero que te conviertas en aquello que te haga feliz, pues siempre estaré aquí para apoyarte.

Quizá aún eres muy chiquito para comprender todo lo que te quiero escribir por aquí, pero tengo la ilusión de que cuando seas mayor, leerás cada una de las cartas que te dieron por tus cumpleaños.

Contigo me di cuenta de lo que era el amor verdadero, cada uno de tus besitos me llena el alma, y tus abrazos hacen que cualquier día sea el mejor.

A veces deseo parar el tiempo y que no pase tan rápido, pero llegan días como hoy y solo espero que Dios continúe guiando tus pasos. ¡Feliz cumpleaños número 4!