Mamá, me costó asumir que te había perdido

Mamá, me costó mucho asumir que habías marchado para siempre, y que te había perdido. Ahora ha pasado un tiempo y estoy mejor, comienzo a sanar el dolor, y a ver las cosas de otra manera.

Hoy sería tu cumpleaños, y para mi sigue siéndolo de alguna manera, pues aprovecho para hacerte un pequeño homenaje, y reavivo tu recuerdo, y todas las cosas hermosas que me dejaste. Gracias por todo lo que hiciste por mi, siempre te querré y te recordaré.

¡Muchas felicidades!