Mamá, marchaste y dejaste un vacío

Mamá, marchaste y dejaste un vacío físico en mi vida, pero no en mi corazón, pues durante tu vida, te encargaste de llenarlo de amor, de cariño, de cuidado, de buenos valores… tantas y tantas vivencias y experiencias, todas ellas positivas. Sentiré gratitud por ello eternamente, sé que tuve la mayor de las suertes, porque fuiste mi mamá.

Una persona tan luchadora y bondadosa como tú no merecía irse tan rápido, siento una gran tristeza, pero tú me enseñaste a sacarle el aprendizaje a todo aquello que viviese, y es lo que estoy intentando hacer. Hoy te harías un poco más viejita, y tu recuerdo en mí está más vivo que nunca.

Te amo con todas mis fuerzas, y nunca te olvidaré, pues fuiste, eres y serás la persona más importante de mi vida. ¡Feliz cumpleaños!