Lo más importante no es lo que pensaba

A medida que los años van pasando, me doy cuenta de que lo que más importancia tiene no era aquello que yo pensaba, sino las cosas más simples. ¡Y es por eso que aprendí a tener una vida sencilla!

Para hoy no tengo planes, solo espero tener una buena compañía y quizá compartir un buen vino, pues lo más importante es celebrar cada segundo de este regalo de Dios.