Hoy me detengo por un momento

Hoy me detengo por un momento 
para contemplarte, querida hija, 
y es que mucho ha cambiado 
desde la primera vez que te vi. 

La sonrisa sigue igual, 
el brillo de tus ojos también, 
y tus abrazos gigantes 
continúan muy reconfortantes.

¡Pero tu tamaño no es igual!
Estas tan alta como yo, 
y cada día más espectacular. 
¡Feliz cumpleaños, hija mía!