Fuiste la primera en llegar, hija mía

¡Feliz cumpleaños a ti, mi querida hija mayor! Fuiste la primera en llegar, y contigo aprendí todo lo que sé. Si cometí errores quiero que sepas que lo siento, y quiero agradecerte también por tener tanta paciencia conmigo.

Para mi eres una luz que no para de brillar en el camino, siempre firme, siempre valiente y atenta. Espero que sigas siendo como eres y que sigas disfrutando de todas las alegrías y buenos momentos de la vida. ¡Te adoro!