Eres mi tesoro, y siempre cuidaré de ti

¡Felices 18 años, hijo! Adoro recordar mentalmente todos tus cumpleaños, tantas historias alegres, tu carita de felicidad al soplar las velas y al recibir las sorpresas. Hoy te conviertes en mayor de edad, y eso es muy especial.

Has crecido mucho y siento que yo también he crecido contigo y gracias a ti, mi hijito, porque me has dado más de lo que puedas imaginar. Eres mi tesoro, y siempre cuidaré de ti, aunque ya no necesites tantas cosas como cuando eras chiquito y sepas valerte por ti mismo, yo sigo aquí para acompañarte.

Sigue disfrutando de la vida y valorando lo que tienes, festeja por todo lo que has conseguido, y sigue mirando hacia adelante, porque aún queda mucho por venir. ¡Te amo!