El honor más grande

Quiero que sepas que tener un ahijado como tu es el honor más grande que me pudieron dar tus padres, y verte crecer me llena de alegría el corazón. Así que, ¿Por qué no celebrarlo con una gran fiesta? Sé cuánto te gustan y la haremos perfecta.

Cuando te tuve en los brazos el día de tu bautizo, deseé que cuando fueras grande pudieses tener la confianza para hablar conmigo de todo. Hoy que mi deseo se ha hecho realidad, me siento una persona afortunada, pues soy una de las pocas personas dignas de tu confianza.

Nunca olvides que siempre querré lo mejor para ti, y que te quiero muchísimo. ¡Felicidades, ahijado!