El día que naciste, mi vida cambió por completo

Mi hijita, el día que naciste mi vida cambió por completo, me sentía fascinado. Tú eras tan pequeñita y tan frágil, que pasé un tiempo con cierto miedo de que algo te pudiese acontecer, ¡quería darte todos los cuidados necesarios, para que siempre estuvieras bien!

Ahora ya ha pasado el tiempo, te has convertido en una persona adulta, y yo sigo preocupándome por tu bienestar, y porque nunca te ocurra nada. Por otro lado, sé que eres una persona fuerte y valiente, que ya no depende de mi, y eso me reconforta.

Admiro mucho la persona en la que te has convertido, y hoy vamos a celebrar con alegría que llegaste al mundo, que cumples un año más siendo perfecta, y que llenaste de color todos mis días. ¡Feliz cumpleaños!