Celebré tu llegada con euforia

¡Feliz cumpleaños, hijo mío! Fuiste el mejor regalo que he recibido en toda mi vida. Me sorprendiste cuando llegaste y me sigues sorprendiendo todos los días de mi vida.

El día que naciste celebré tu llegada con euforia, y de la misma forma todos y cada uno de tus cumpleaños. Eres mi mayor alegría, hijo, aún te queda un gran camino por delante y espero que saques lo mejor de todas las situaciones que vivas.