No te engañaré

Yerno querido, ¡No te engañaré! Cuando te conocí por primera vez sentí celos de que poco a poco mi hija se fuera alejando de nosotros, pero luego te conocí bien, comenzaste a formar parte de la familia, y a su vez a estar cada vez más unido a nosotros. Desde ese día supe que tenerte era la bendición más grande. 

¡Feliz cumpleaños! Espero mis palabras lleguen a tu corazón, y te hagan tener un día aún más feliz.