Mi hijo, la mayor de todas las bendiciones

Hijo mío, a través de ti recibí la mayor de todas las bendiciones. Un hijo querido, dedicado y cariñoso; tú eres mi sueño hecho realidad, mi alegría diaria, mi amor eterno.

Por ti agradezco todos los días al Señor, y a él le pido que lo cuide, proteja y oriente en mi ausencia. ¡Feliz cumpleaños mi amor!

Soy una madre bendecida y feliz, por ti mi amor jamás tendrá límites o condiciones. Solo deseo que seas feliz, y que recorras siempre el camino que Dios trace para ti.

Que el señor te bendiga, hijo mío, y que hoy y siempre ilumine tu corazón con bondad, amor y paz. ¡Te amo!