Mi hija, bebé y amada

Antes que nacieras, mi ángel, mi corazón ya te pertenecía. Hoy eres una realidad y desde que llegaste, todo en nuestras vidas cambió.

Ahora soy padre y puedo decir que todos los días, desde que naciste, aprendí algo nuevo. A veces fue sólo el descubrimiento de una emoción que no conocía, otras veces el aprendizaje de cómo cambiar un pañal.

La vida es ahora más rica y más feliz, todo porque tu existes, y yo me siento un hombre completo. ¡Felicidades mi amor! Tu vida está apenas empezando, pero ya estremeció a la mía por completo. ¡Te amo!