Decirte una vez más que te admiro y que te amo

¡Feliz cumpleaños, hijo! Andaba reflexionando sobre todo lo que has cambiado desde que naciste. Andaba pensando en la suerte que he tenido de poder acompañarte pasito a pasito.

La suerte de haber podido agarrar tu mano cuando lo necesitaste y también de llegar el momento en que supe que ya la podía soltar para que caminases solo. Has demostrado mucho en los últimos años, y hoy quiero decirte una vez más que te admiro y que te amo.