Cuando naciste no podía parar de mirarte

Cuando naciste no podía parar de mirarte, no podía dejar ni por un segundo de pensar en ti, de contemplar tus movimientos, de verte dormir. A lo largo de los años ese sentimiento de cuidado y protección se mantuvo, y sé que es algo que siempre estará ahí.

Te quiero mucho mi hijo, y deseo que hoy sea un día muy feliz para ti. Que este año te haga crecer en todos los sentidos y que sigas siendo tan bueno, tan alegre, y tan divertido. ¡Muchas felicidades!